miércoles, 9 de enero de 2013

Maldita vida loca, página 9 de 365.

Que deciros gente, hoy ha sido un día normal, aburrido.. como muchos. Hoy no he tenido una pequeña sorpresa como ayer. Pero que esperar, si mi orgullo me lo impide.' Normalmente no soy así, joder, ¿qué me pasa?' me pregunto al ver mi orgullo, ese que tanto tengo pisado. Ese que suelo pisar. ¿Por qué esta vez no? ¿Será que solo lo saco con la gente que realmente me importa? ¿Será miedo a fracasar? ¿Temor a molestar? Náufrago de dudas...

Lágrimas desordenadas.


'Puse tus recuerdos a remojo, y flotan porque el agua está salada. Salada porque brotan de mis ojos lágrimas desordenadas.'
- Melendi.


martes, 8 de enero de 2013

Maldita vida loca, página 8 de 365.

Buenas noches gente. Hoy, hoy fue un día pequeño de esos aburridos e insignificantes para cualquier persona. Aun más insignificante si es el día de regreso a la rutina. Pero en esos días aburridos, cuando menos te lo esperas, una conversación, una palabra o una tontería de esa persona especial te puede alegrar el día y hacer que le regales sonrisas a tu almohada. Y eso me ha pasado, una sorpresa inesperada que por simple que sea hace que alegre tu noche. Gracias, de verdad, mi almohada me agradece no sentir por un día el sabor salado de las lágrimas.

"Hoy solo pido, dormir a gusto. Sé que no suena muy ambicioso, pero creeme; es mucho." 
- El chojin.

lunes, 7 de enero de 2013

Sastre de sonrisas.

 

"Si tengo algo que hacer, alguien que me ama y a quien amar, el resto de las cosas pueden esperar siempre."
-Rayden.

Maldita vida loca, página 7 de 365.

Mi día de hoy.

☑ Despertarme con el pie derecho.

☑ Prepararme para la rutina.

☑ Maquillarme de ilusión.

☑ Sacar sonrisas.

Ser feliz.

domingo, 6 de enero de 2013

Maldita vida loca, página 6 de 365.

Pues hoy, queridos amigos, no hay mucho que contar. Por fin llegaron los Reyes, dirán muchos. Pero a mi no me emociona la idea. Es verdad, me han traído regalos y no me puedo quejar. Pero hay vacíos que no se llenan ni con dinero ni con ropas caras. Lo peor, es que no puedo pedir esa pieza para completar mi felicidad en la carta de los Reyes. Esos tres señores se reirían de mi y tacharían mi carta como sueños adolescentes. Igual que hicieron hace siete años cuando les pedí un unicornio rosa. Lo gracioso es que lo de ahora, no es imposible.


sábado, 5 de enero de 2013

Promesas rotas, página 5.

Hoy fue uno de esos días en los que tienes la sensación de estar soñando despierta. He revivido momentos de cuando era pequeña, lugares olvidados, sensaciones que ya ni recordaba. He decidido que por un día nada iba a importar y he hecho lo que realmente quería. He reído hasta que quedarme sin fuerzas, bailado y cantado. Me he mojado y manchado,pero me importó tan poco como cuando era pequeña. He sentido por un momento que todo era como antes, que ni yo había crecido, ni me había mudado, nada había cambiado.

Y es que me encantan los días en casa de mis abuelos. Me hacen sentir como una reina y me entienden como nadie, a veces me pregunto quién es más crío. No me imagino los días sin ellos, le dan color a todo, solo tienen sonrisas y palabras bonitas para mí. No lo suelo valorar mucho, porque es como una rutina que no valoras hasta que la pierdes. Por eso creo que hoy se merecían una mención en esta página. Quizás ellos hayan contribuido a que ahora sea tan caprichosa, por comprarme todo cuando mis padres me lo negaban, pero al fin y al cabo es su trabajo, para educar ya están los padres, a ellos les toca disfrutar de los nietos. Mis mejores momentos han sido a su lado y son increíbles, de verdad que lo son. Me quieren sin condición alguna y me aceptan tal y como soy. Sé que por desgracia no van a ser eternos, no van a estar aquí siempre para aconsejarme y demostrarme que lo mejor está siempre por venir, pero también sé que el día que me falten voy a mirar atrás y aferrarme a todo lo bueno, a todo lo que he aprendido junto a ellos y que los voy a recordar como las mejores personas de este puto planeta. Me haría falta una vida más para agradecérselo todo, y aún así ni sería suficiente. Las palabras se las lleva el viento, así que voy a aprovechar hasta el último de los días.

Sólo espero que algún día ellos se sienten aun que sea la mitad de orgullosos que me siento yo de ellos.

*No pondré foto porque simplemente no hay imagen que describa todo eso que siento.

Maldita vida loca, página 5 de 365.


Víspera de los Reyes, que ilusión, ¿no? Los niños más perezosos envían sus últimas cartas esperando ese juego con el que evadirse al volver del colegio. Las niñas sueñan despiertas con ese pequeño pony que llevan tantos años pidiendo. La gente joven espera encontrar ese amor, esa esperanza de vida que tanto desean. Los adultos incubren a esos tres señores que reparten oro, incienso y mirra. Los ancianos, piden salud y felicidad al cielo... y es así, señores, el paso de la vida reflejado en este cinco de Enero. Un cinco de Enero en el que en todos los lugares del mundo salen las carrozas con esos tres señores repartiendo caramelos a los niños por si no pueden saciar todos sus deseos. Día en el que se oyen los tambores de la banda por toda la ciudad al son de los pasos de los camellos y caballos. Día en el que no existen los problemas, solo sonrisas esperanzadas cargadas de ilusión.

viernes, 4 de enero de 2013

Maldita vida loca, página 4 de 365.

Hola amigos. Hoy ha sido un día agotador, han sido muchas horas trabajando, concentrada, olvidándome del mundo. La razón es simple: esta yegua. Gracias a ella, podré conseguir sueños, alcanzar metas, ser alguien en este mundillo hípico.
Sé que es duro llegar a la cima. He derramado lágrimas, he perdido la esperanza en numerosas ocasiones y hasta a veces me gustaría desaparecer del planeta. Pero mientras pienso eso, los frutos van dando resultado. Ganas un concurso, viajas a lugares lejanos en los que aben tu nombre, tu entrenador te felicita... Sabéis, eso es muy alentador, en especial si quieres guiar tu futuro en esa dirección.
Y al fin y al cabo, aunque haya momentos de bajón, hay que recordar que el éxito solo está antes que el trabajo en el diccionario.


Tiempos felices.

Todos tenemos miedo a crecer, a saber cosas que preferiríamos ignorar. A aceptar que no todo es tan fácil ni que se arregla con un simple: "yo no fui". Que los te quieros a otras personas pueden salir más caros que los que les decíamos tan solo a nuestros padres. Ahora un error trae sus consecuencias que hay que afrontar, no se olvida de un día para otro. Lo fácil lo hacen otros, lo difícil te toca a ti. No hay padres que te salven ni premios por cada cosa que haces bien, es tu deber. Ahora las personas se camuflan en algo que no son, todas tienen algo de interés, muchas te buscan cuando quieren algo de ti. Se acabó la amistad verdadera sin condición alguna, ahora eso escasea.Hay más preocupaciones que cuando solo tenías que pensar que vestido ponerle a tu muñeca. Un simple juguete no te hace feliz, necesitas las palabras de esa persona, que son más difíciles de conseguir. Se acabaron los juegos, la vida es algo más que eso. El mundo no es como nos lo pintaron de pequeños y chocar con la realidad duele. Pero así funciona esto, o te gusta o te vas. No todo es tan malo, la adolescencia no es fácil, pero acabas encontrando tu camino, luego de tropezar unas cuantas veces ya no duele tanto. Llegas a viejo y si has jugado bien tus cartas, ahí estás con el amor de tu vida. Muchos se rinden a mitad de camino, pero recuerda que siempre hay motivos por los que levantarte. Nunca pierdas el niño que llevas dentro, porque con eso aprenderás a disfrutar con las cosas más simples, recordarás aquello que fuiste y sigues siendo, al fin y al cabo, porque los años son tan sólo números. Una persona con 16 años puede ser vieja y otra con 80, joven.


Sonríe, la vida es una foto.



Los buenos momentos quedan congelados en nuestras mentes, como las fotografías más bonitas jamás captadas. Los malos intentamos deshacernos de ellos, romperlos, o guardarlos en los álbumes más escondidos de la memoria.
Cuando nos sentimos bien, recordamos esos buenos momentos congelados. Los sacamos de dentro, y los volvemos a ver. Pero al cabo de cierto tiempo, los volvemos a guardar en la memoria, con nostalgia. Los otros, preferimos no sacarlos de su álbum, no alterar su olvido.

Por esa razón, cuando veo a alguien que piensa que no tiene razones para continuar, le digo: “Sonríe, la vida es una foto.”

¡Haz tu revolución!



Salta, grita, ríe, sueña. O no, mantén la calma, el silencio, faz tranquila, pies en la tierra. ¡HAZ TU REVOLUCIÓN! Que lo que dicen los demás está de más. Déjate llevar. Haz locuras. Actúa sin pensar, o piensa sin actuar. Sueña tu vida para vivir tu sueño. No dejes nada para mañana, ni nada a medias. ¡Tú puedes lograr tus metas! Sabes que vales, tenlo en mente siempre, entre ceja y ceja. Sé libre en tu juventud y vejez. Hazte dueño del corazón de alguien, rómpelo, gánate otro. 


Mil acciones que realizar ante un único propósito: SER FELIZ.

Promesas rotas, página 4 de 365.

Buenos días princesas y princesos. Un día más o un día menos, dependiendo por donde se mire. Hoy le he dado una tregua a los recuerdos y he decidido disfrutar, sonreír sin motivo alguno. Que más da si hoy es el último día o si esto no ha hecho más que empezar. Voy a valorar las pequeñas cosas y los pequeños placeres. Voy a sentir y a demostrar, olvidarme de que hubo un ayer. Asentir y afrontar, simplemente. Porque esto tiene un fin y  aquí lo importante es el camino, aun que haya obstáculos, en eso consiste la vida. Un día puedes estar en lo más alto y otro por los suelos, no te confíes.Pero lo que sí, si vale la pena no será fácil. Si no fallas, no aprendes, así que voy a fallar tantas veces como sea necesario. Solo pierdes si tú crees que lo has hecho.
Pd: Nótese la gran dosis de positivismo con la que me he levantado hoy, vivan los viernes.

jueves, 3 de enero de 2013

Maldita vida loca, página 3 de 365.




Buenas noches gente, unicornios, pingüinos y demás seres que nos lean. A día de hoy empiezo a escribir mi día a día, mi diario, en este blog; y como siempre quise compartir al mundo mis sentimientos plasmados en textos y fotografías... que mejor que de esta manera. Hoy no tengo mucho que contar, ha sido un día pequeño. Como la mayoría. Como seguramente os estaréis preguntando, SÍ hay días pequeños y días grandes. Puede que practicamente todos sean días pequeños, de esos que te despiertas y no hay más razón que la rutina para levantarte; pero son esos días grandes, esos que pocas veces nos encontramos, los que nos hacen seguir adelante. Porque la calidad cuenta más que la cantidad, y en este caso cuenta más un día grande en el que te despiertas y sientes que el mundo te llama, que tienes algo que ofrecerle; que diez días pequeños. Yo hoy me he levantado con la mentalidad de un día pequeño, como probablemente haga mañana, y pasado, y si me apuráis toda la semana; pero la razón por la que nunca guardo la sonrisa es que quizás en este nuevo año, o nuevo libro, pueda vivir muchos días grandes, o ayudar a personas a que sus días se engrandezcan.


PD: si os habéis fijado, faltan las dos primeras páginas de mi libro. No os preocupéis, las he arrancado para diseñar sueños y días grandes.

Promesas rotas, página 3 de 365

Las 18:40, 17:40 en Canarias. Aquí empiezo esta pequeña aventura, sí, a página 3 de mi historia. Las dos primeras me las guardo para posibles dedicatorias a esa gente que hace mi día a día especial.
Año nuevo, vida nueva, eso dicen, ¿no? Que fácil es decirlo y que difícil asimilarlo. Me gustaría poder empezar de cero y sonreír sin más, olvidar y perdonar. O simplemente desaparecer.
¿Que lo tengo todo y no lo valoro? Lo sé, no me falta absolutamente nada, excepto él. Sé que en un futuro esto será la mínima parte de los problemas, que me reiré de mi misma, pero, ¿como hago para que me deje de afectar? No puedo, es simple, son demasiadas cosas y demasiados recuerdos que se acumulan en mi mente, que no salen de mi corazón. Son canciones a las que me aferro, frases que me hacen vivir otra vez todo. Porque de repente es como si te hubiesen quitado una venda de los ojos y te das cuenta de que nunca fue nada.¿Que me gustaría volver el tiempo atrás, que lo perdonaría una vez más? Pues claro. Pero toca aprender a vivir con ello y sonreír, ante todo sonreír. Demostrar y demostrarme a mí misma que puedo, joder, que ni la vida me va a derrumbar. Que rota por dentro, pero aquí estoy, dispuesta a buscar algo que pocos conocen, la felicidad.