Cuando nos sentimos bien, recordamos esos buenos momentos congelados. Los sacamos de dentro, y los volvemos a ver. Pero al cabo de cierto tiempo, los volvemos a guardar en la memoria, con nostalgia. Los otros, preferimos no sacarlos de su álbum, no alterar su olvido.
Por esa razón, cuando veo a alguien que piensa que no tiene razones para continuar, le digo: “Sonríe, la vida es una foto.”
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